martes, 1 de septiembre de 2009

Curiosidades detrás de los 30 años de condena detalles de interés

Curiosidades detrás de los 30 años de condena detalles de interés

1-. LA ACTUAL FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA LUISA ORTEGA DIAZ FUE QUIEN PRESENTÓ LA ACUSACIÓN EN CONTRA DE LOS TRES COMISARIOS, EN SU CARÁCTER DE FISCAL SEXTO DEL MINISTERIO PÚBLICO CON COMPETENCIA PLENA A NIVEL NACIONAL. FUE LA PRIMERA EN SEÑALAR PUBLICAMENTE POR EL CANAL DEL ESTADO (VENEZOLANA DE TELEVISIÓN) EL DÍA 3-12-2008, QUE NO PROCEDÍA LA AMNISTÍA A FAVOR DE LOS COMISARIOS Y LOS FUNCIONARIOS DE LA PM., DADO QUE ELLOS ESTABAN SIENDO JUZGADOS, A SU DECIR, POR “DELITOS DE LESA HUMANIDAD”, LO CUAL ES FALSO, PUES LA ACUSACIÓN QUE ELLA MISMA REDACTÓ LO FUE POR DELITOS ORDINARIOS (HOMICIDIO Y LESIONES).

2. LA JUEZ CUARTO DE JUICIO MARJORIE CALDERÓN GUERRERO, ES LA ESPOSA DE UN CONNOTADO ACTIVISTA POLÍTICO DEL PSUV (PARTIDO POLÍTICO DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA HUGO CHÁVEZ) EN EL ESTADO ARAGUA, CONOCIDO COMO “EL CHINO”.

3. LA FISCAL DEL MINISTERIO PÚBLICO HAIFA AISSAMI, CABEZA PRINCIPAL DEL MINISTERIO PÚBLICO EN EL CASO, ES HERMANA GERMANA DEL ACTUAL MINISTRO TAREK EL AISSAMI.

4. LA DEFENSA DEMOSTRÓ DURANTE EL JUICIO QUE ACTUARON EN LA AVENIDA BARALT, AL MENOS TREINTA Y CINCO (35) PISTOLEROS (CIVILES ARMADOS CON ARMAS LARGAS Y CORTAS QUE, SIN DUDA ALGUNA, ACTUARON BAJO LA AQUIESENCIA DEL ESTADO) Y QUE MUY PROBABLEMENTE ESTOS MATARON A TRES PERSONAS (JESÚS ARELLANO, JORGE TORTOZA Y JESÚS MOHAMED CAPOTE (HIJO DE MAHAMED MERHI) E HIRIERON POR LO MENOS A OTRAS CINCO. TODOS ESTOS PISTOLEROS RESULTARON BENEFICIADOS POR EL DECRETO DE AMINISTIA DEL 31-12-2007.

5. EL COMISARIO DOMINGO CHAVEZ DEL CUERPO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS, PENALES Y CRIMINALÍSTICAS Y LÍDER DEL EQUIPO QUE SE ENCARGÓ DE LA INVESTIGACIÓN DE LOS SUCESOS DEL 11 DE ABRIL, DECLARÓ A VIVA VOZ EN EL JUICIO QUE DURANTE LA INVESTIGACIÓN NO SE ENCONTRARON ELEMENTOS O PRUEBAS QUE DEMOSTRARAN QUE LOS COMISARIOS HUBIERAN DADO A SUS SUBATERNOS ORDENES DE DISPARAR PARA MATAR A PERSONAS EL 11 DE ABRIL NI TAMPOCO DE SUMINISTRARLES ARMAS. (ESTOS DOS SON LOS HECHOS IMPUTADOS EN LA ACUSACIÓN FISCAL)-
6. NINGUNO DE LOS 196 TESTIGOS QUE DECLARARON EN EL JUICIO ATRIBUYERON RESPONSABILIDADES INDIVIDUALES DE NINGUNO DE LOS ACUSADOS.

Por Martha Colmenares }
http://americasdaily.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=4766

Ya estamos en guerra


Manuel Caballero
El Universal, domingo 23 de agosto de 2003
Opinión



Ya estamos en guerra
Con el maltrato a sus presos, el Héroe del Museo Militar declaró la guerra a Venezuela.

En 1933, para celebrar los treinta años de la batalla de Ciudad Bolívar, los más conspicuos aduladores del General Juan Vicente Gómez entre los cuales de seguro ya había un José Vicente Rangel pero ninguna de esas madamas tipo Cilia Flores, Jacqueline Farías, Tibisay Lucena, María Estela Morales, Luisa Ortega Díaz y Gabriela Ramírez (que, como rezaban los documentos de la época, estaban confinadas a ejercer labores “propias del sexo”), propusieron al Benemérito para el Premio Nobel de la Paz. En todos los editoriales de la prensa áulica, en todos los discursos del 5, 21 y 24 de julio, se exaltaba al padrote andino como “Padre de la Paz”.

Buscando averiguar cuánta verdad había en semejante atribución, emprendimos una investigación cuyos resultados fueron expuestos en 1993 en nuestro Gómez el tirano liberal.

Donde perdió Gómez la virtud La conclusión en este aspecto revelaba un retrato diametralmente opuesto, pintaba al Benemérito con otras, y muy negras, tintas: & “la tiranía” (decíamos al final del capítulo titulado “La guerra ha regresado”) trae a la paz los duros métodos de la guerra, en particular el maltrato y la indefensión del prisionero “&” Como la guerra, la paz también tiene sus reglas. “&” Gómez empleó la guerra para combatir en la paz. “El hombre que se jactaba de haber liquidado aquella (&) continuaba, conservaba y ampliaba los métodos guerreros en plena paz : así, el hombre de la paz continuaba siendo el hombre de la guerra. Ésta tomaba la revancha, imponiendo su ley a quien, creía él, la había vencido. Al dejar así Gómez de ser el hombre de la paz, ya tampoco le acompaña la virtú: la pierde donde mismo la adquirió, en la frontera entre la paz y la guerra”.

Desde la intentona de 1992, y hasta 1998, el Héroe del Museo Militar no abandonó su prédica de la guerra. Mucha gente creyó que se trataba de una cuestión de psicología; un intento de compensar con un lenguaje de peleador sin tregua la falta de hígados para practicarlo el 4 de febrero.

El de los pies ligeros Con el amplificador del poder, ha continuado haciéndolo en los últimos diez años. Con todo, los más optimistas pensaban que el susodicho no pasaría de fanfarronear, pues se sabía cuánta velocidad sabía imprimirle a sus pies cuando le estallaba cerca hasta un inofensivo petardo. Otros, menos optimistas, pensaban que de todas formas, esas amenazas estaban conjugadas en tiempo futuro, pero que, por fortuna, todavía en el presente vivíamos en paz. Ya no se puede sostener eso: estamos, en este décimo año del régimen militar, en plena guerra. No por las amenazas a unos colombianos que tienen medio siglo de experiencia en combate por encima de nosotros, ni el intento de pescar en Honduras con una caña larguísima, bien lejos del peligro, sino por lo mismo que hacía a Gómez inapto para recibir el Premio Nobel de la Paz: porque seguía en plena guerra al permitir la más asqueante de sus prácticas, el maltrato del enemigo vencido.

Los gobernantes democráticos no suelen hacerlo, y obran en eso como gente de paz. En nuestra mente está cercano el recuerdo de cómo se trató a los rendidos del 4 de febrero, como el propio y bocón jefe de ellos lo confesó públicamente.

La neverita “para la dieta” Recordamos que casi querían acudir a las Naciones Unidas porque en sus vacaciones de Yare no se les permitían inicialmente teléfonos celulares y televisión a colores; cosa de que se les proveyó ante sus protestas; con la ñapa (como el mismo heroico teniente coronel lo confió en el programa “José Vicente hoy”) de “una neverita para la dieta”, práctica esta última que nuestro rollizo mandón parece haber olvidado. Al final, una tradición venezolana menos generosa que alcahueta le concedió el sobreseimiento; para que comenzase a lloriquearle al electorado, pintándole su hotel cinco estrellas de Yare, como una tenebrosa ergástula.

Comparemos eso con las condiciones en que hoy se encuentra junto a sus compañeros el comisario Iván Simonovis, condenado a treinta años de prisión por la sentencia inicua de una jueza cuyo solo nombre, “marjoriecalderón”, se ha convertido en sinónimo de una justicia sumisa, corrupta y venal, exactamente como en Europa el apellido “Quisling” del miserable títere nazi de Noruega se volvió sinónimo de traidor a su patria.

El colmo de la crueldad Iván Simonovis ha enviado entre otras instituciones al Parlamento Europeo un detallado informe sobre las condiciones en que se le tiene recluido, víctima de la venganza del felicísimo vacacionista de Yare y la desvergüenza de aquella quisling de la leguleyería militarista: reclusión en una celda de 2 x 2 metros en un sótano; celda sin ventilación ni luz natural en un espacio que no está acondicionado para recibir a una persona condenada a 30 años; posibilidad de acceso a la luz del sol sólo 2 horas cada 15 días (48 horas al año); afectación física y psicológica dadas las condiciones de reclusión; severa restricción de derecho a recibir visitas de amigos, representantes de ONG nacionales e internacionales y periodistas. El colmo de la crueldad es la severa restricción del derecho a recibir visitas familiares que incluso ha llegado recién a la prohibición de recibir a sus hijos menores de edad, quienes así estarán años sin ver a su padre.

Un régimen que trata a sus adversarios como enemigos; y que ni siquiera respeta las convenciones internacionales sobre el trato a los vencidos, es un régimen que le ha declarado la guerra a Venezuela.

La noche de las sentencias largas


CONTRAVOZ
La noche de las sentencias largas
Por Gonzalo Himiob Santomé

Al igual que ocurrió durante aquellas terribles “noches de los cuchillos largos” alemanas de Junio y Julio de 1934, al igual que pasó durante la “noche de los cristales rotos”, también Alemania y en Austria, en Noviembre de 1938, tal y como se vivió en Argentina en Septiembre de 1976 durante la “noche de los lápices” ahora, y desde hace años, en Venezuela vivimos “la noche de las sentencias largas”. Largas no sólo por sus alcances en lo que lo político se refiere, sino además en cuanto a su desmesura y en cuanto a las injusticias que aparejan. No nos sorprende la sentencia dictada por la Juez Marjorie Calderón del Estado Aragua contra los comisarios Henry Vivas, Lázaro Forero e Iván Simonovis y los funcionarios de la Policía Metropolitana Julio Rodríguez, Erasmo Bolívar, Marcos Hurtado, Héctor Rovaín, Luis Enrique Molina y José Arube Salazar. No nos sorprende porque tenemos años denunciando que el poder en nuestro país se sirve de sus estructuras formales –e incluso de grupos irregulares que actúan bajo su amparo- para perseguir, intimidar y desarticular a la disidencia y a la oposición. Lo mismo que hicieron los Nazis, lo mismo que hizo Videla, lo mismo que hicieron Trujillo, Pinochet y Fujimori, y lo mismo que hizo Castro, lo hace ahora Hugo Chávez. Se sirve de su poder y de nuestras instituciones para hacer cumplir sus designios a costa de la más elemental racionalidad. A costa de nuestros derechos, de nuestra libertad, y a veces hasta de nuestras vidas. Recordemos. Apenas ocurridos los hechos del 11A Hugo Chávez le dijo al país, en varias oportunidades, dos cosas: La primera, que los sujetos que dispararon desde la Av. Baralt y desde el Puente Llaguno contra la manifestación opositora lo habían hecho “en legítima defensa” y “protegiendo el orden establecido”, por lo que deberían ser absueltos. Y así se hizo. La segunda, que eran los comisarios y los funcionarios de la PM los que deberían ser condenados por “atentar contra el pueblo”. Y así se hizo. Estas sentencias, así como algunas otras del mismo cuño, no las dictan los jueces, las dicta Hugo Chávez en su empecinamiento por hacer valer la “verdad” oficial con respecto a lo que le conviene. El que tenga ojos, que vea. Y si el poder es arbitrario y obtuvo, y ciego a la realidad de que se dispone de éste de manera temporal –al final la justicia siempre llega- la máxima estupidez ciudadana es pensar que son más importantes la Semana Santa y el asueto que lo que nos ocurre. Váyanse los indolentes –esos mismos que son “ninís” o que no votan o participan para “no meterse en problemas”- a Choroní, a Mérida o a Tucacas. O a Miami, a comprarse con los dolaritos que mendigamos muchos trapitos y otros juguetes. Beban su vino con fruición y bailen buen reggaeton. Menéense al sol y, por un tiempo de “merecido descanso” cierren los ojos y oídos a lo que les pasa –eso creen ustedes- sólo a “los demás”. Sigan creyendo que los ataques contra los alcaldes y gobernadores opositores “no les incumben”, que las leyes apresuradas y esperpénticas que se dictan “no les atañen” o que no es la patria la que sangra a través de las lágrimas de las madres de Jhonny Palencia, de Juan David Querales, de Víctor Reinoso, de Jesús Mohamad Capote, de Alexis Bordones, de José Antonio Gamallo, de Jesús Orlando Arellano o de Orlando Rojas –todos asesinados el 11A, aún esperando en sus sepulcros por justicia- o que no es la nación a la que se oye entristecida en los lamentos de las familias de Erasmo Bolívar, de Julio Rodríguez, de Luis Molina, de José Arube Salazar, de Marcos Hurtado, de Héctor Rovaín, o de los de Bony de Simonovis, de los de María Eugenia de Usón y de Ana de Gebauer, de los de Nubia y Dayana Vivas; de los de Yajaira de Forero, o de los de los familiares de los hermanos Guevara, de Felipe Rodríguez o de Carlos Millán Millán, entre muchos otros. Háganlo. Olvídense de toda solidaridad, de todo compromiso ciudadano y jueguen a que nada pasa. Quizás cuando regresen a sus casas, bronceados y satisfechos, la noche persecutora llame a sus puertas y pasen a ser ustedes parte de ese grupo, de “los demás”. Estarán ustedes “bonitos” o “lindas”, bien vestidos, “descansados” y elegantes cuando la razzia persecutora los alcance personalmente. Entonces, cuando se den cuenta de que no está en juego sino nuestro futuro y el de nuestros hijos e hijas, y cuando vivan en carne propia lo que ustedes pensaban no les podría pasar jamás, hablamos. Si es que aún se puede.

Gonzalo Himiob Santomé

viernes, 28 de agosto de 2009

Carta dirigida al Parlamento Europeo. Por Iván Simonovis.




Comisario Iván Simonovis dirigió una carta al Parlamento Europeo



El Comisario Iván Simonovis solicitó que una comisión del Parlamento Europeo visite el país para constatar la situación y uso de la justicia para la persecución política, a través de una carta.
A continuación la carta:

Sres.
Presidente Hans - Pert Pöttering y demás miembros del Parlamento Europeo
Rue Wiertz 60Wiertzstraat 60B-1047. Bruxelles

Mi nombre es Iván Simonovis, de 49 años de edad y de profesión Investigador Criminal. Durante 23 años ininterrumpidos trabajé en la Policía de investigación Criminal de Venezuela y, por mis méritos, en el año 2000 fui escogido para ocupar el cargo de Secretario de Seguridad Ciudadana del Distrito Capital durante los fatídicos hechos del 11 de Abril de 2002. Mi función era la coordinación y supervisión de las políticas de seguridad pública de la ciudad de Caracas, Venezuela.

Me encuentro encarcelado Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención del Ministerio del Interior y Justicia (DISIP), en Caracas, Venezuela, desde el 22 de Noviembre del 2004, condenado a 30 años de presidio, es decir a una condena de muerte, después de un juicio de 3 años (el juicio mas largo de la historia venezolana) además de 4 años y 6 meses de encarcelamiento, por el delito de complicidad correspectiva en relación con la muerte de 2 de los 19 fallecidos en Caracas el 11 de abril de 2002.

Permanezco, en efecto, en una celda de 4 metros cuadrados en el sótano de la sede de la policía política en Caracas, sin ventilación ni luz natural. Solo tengo acceso a la luz del sol, 2 horas cada 2 fines de semana. En total 48 horas, [2 días] al año de luz natural. El lugar donde me encuentro no es una cárcel, es la sede de la policía política de Venezuela y estas instalaciones no están diseñadas para albergar durante tanto tiempo a una persona privada de libertad. En consecuencia y dadas estas condiciones ha habido un franco deterioro de mis condiciones físicas y mentales que han ameritado recibir atención médica, en algunos casos hasta operaciones quirúrgicas cuando la he necesitado. Hay además una severa restricción de mi derecho a recibir visitas de familiares, amigos, representantes de ONG nacionales e internacionales, periodistas violando así artículos de la Convención Americana de DDHH de San José, Costa Rica.
Se me siguió un juicio sin sentido y completamente insustancial por la muerte de solo 2 de las 19 personas lamentablemente fallecidas aquel 11 de abril, que se desarrollo durante 225 audiencias. Tal juicio fue radicado en un tribunal a 100 kilómetros de Caracas, que es el lugar donde he permanecido detenido, lo que ha implicado viajar esposado más de 39.000 kilómetros.

Durante el juicio, fue escuchada la declaración de 198 testigos de los hechos y 48 expertos; se evaluaron más de 250 experticias técnico-científicas; se analizaron más de 5.700 fotografías y videos. Ninguna de esas pruebas demuestra mi culpabilidad en cuanto a los hechos que se me imputaron.

En ese mismo periodo de tiempo, fueron identificadas 67 personas, todas afectas al Gobierno de Hugo Chávez, disparando con armas largas y cortas contra manifestantes opositores desarmados. Todas estas personas fueron absueltas o perdonadas por el Presidente de la República mediante una Ley de Amnistía dictada por la Asamblea Nacional a petición de aquel, en Diciembre de 2007.

El día 3 de Abril fui condenado a 30 años de presidio sin ningún tipo de atenuante o beneficio, procesal por el delito de 'complicidad correspectiva' sin autores materiales, insisto una pena de muerte.

Esta abominable sentencia no es ni siquiera comparable a la reciente sentencia dictada al ex-Presidente Peruano Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por su autoría intelectual, desde la Presidencia de la República, en asesinatos con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves en hechos ocurridos en los años 1991 y 1992 en el Perú.

Señores: mi casa ha sido atacada con bombas molotov; mi familia, incluyendo a mis hijos menores de edad, ha sido amenazada en su integridad física de manera pública por grupos radicales armados, afectos al gobierno nacional; mi esposa, María del Pilar Pertiñez Heidenreich de Simonovis, de nacionalidad venezolana por nacimiento y española por recuperación, quien además actúa como mi abogado y al igual que mis hijos, posee ciudadanía española, ha sido sometida al escarnio público, ha sido amenazada en canales de televisión y emisoras de radio oficiales y ha sido atacada en su honra de persona y de mujer de manera sistemática por grupos de personas afectas al gobierno que eran trasladados hasta la parte externa de la sede del tribunal para proferir insultos y amenazas durante su salida y entrada de las audiencias.

Hemos acudido a todas las instancias judiciales y agotado todos los recursos que la ley venezolana establece, para lograr que se realice un juicio justo y apegado al respeto a los derechos humanos, todo lo cual ha sido infructuoso.

Esta carta posiblemente ocasione consecuencias negativas para mi y mi familia, pero ante mi creciente estado de indefensión y ante la sistemática violación de mis derechos humanos, acudo respetuosamente a ustedes para solicitarles que, en consecución de la resolución recientemente aprobada por el Parlamento Europeo referida a la situación de persecución política en Venezuela, agoten todos los mecanismos posibles para que una comisión de ese Parlamento visite nuestro país y pueda constatar la situación de uso de la justicia para la persecución política.

El caso que les he narrado no es el único. En Venezuela existen más de 40 presos políticos, víctimas del castigo a la disidencia política.

Les estaré siempre agradecido de cualquier gestión que pudiera hacer ese Parlamento para ayudar a la protección de los derechos humanos y evitar que casos como este sigan ocurriendo en Venezuela. Mi esposa y abogada está a su absoluta disposición para sostener esta conversación personalmente con quien se le indique. Para ampliar los miles de detalles, vejaciones y agresiones que esta nota no incluye. Para llevar todos los documentos que sustentan cada una de mis palabras. Para hacer la diligencia que fuere para obtener del Parlamento Europeo la ayuda que solicito en medida desesperada.
Atentamente

Iván Simonovis
Prisionero Político

OEA DORMITADA por Iván Simonovis. Prisionero Político


¿Cuántos hombres deben hacer huelga, llevando su vida al límite de la resistencia, antes de que los funcionarios de la OEA se dignen a hacer su trabajo y dirijan su mirada ante los abusos e irregularidades a los cuales somos sometidos los venezolanos?

¿Cuántas medios no afectos al Gobierno deben ser cerrados? ¿Cuántos políticos de oposición deben ser maniatados? ¿Cuántas universidades que no apoyen al régimen deben ser puestas bajo presión para que esta institución considere que la democracia está fallando en el sistema de países latinoamericanos como el nuestro?

¿Cuántas vidas de inocentes deben perderse tras los barrotes antes que funcionarios como José Miguel Insulza consideren pertinente ahondar en el caso relativo a la existencia de prisioneros políticos de nuestro país? ¿O es que acaso Forero, Vivas, Bolívar, Arube, Rodríguez, Mérida o Simonovis son los apellidos de casos inventados por los medios de comunicación? ¿Otro show mediático?

¿Cuánto daño hace falta en la vida de mi familia, para el documento que introdujimos antes la OEA hace cuatro años (2005/2009)progrese ? ¿Es que acaso mis hijos deben seguir creciendo sin su padre a su lado? ¿Es que acaso les parece normal que mi esposa siga recibiendo amenazas de muerte y violación por defenderme a mí, por defender sus ideales? ¿Es que acaso mi nombre debe seguir desdibujándose de las páginas de la libertad?

¿Tomar un número y esperar en la cola?

¿Acaso hay que replicar el ejemplo Hondureño para ser atendido?

¿Qué ha provocado este evidente efcto anestésico en la OEA y sus funcionarios?

¿Qué debemos hacer para despertar su interés, su atención?

La verdad es que no logro entenderlo y es por ello que prefiero lanzar hoy este compendio de preguntas directamente a quienes tienen las respuestas. Ustedes, señores de la OEA.

Soy breve, porque creo que tienen mucho por decir son, definitivamente, ustedes.

Iván Simonovis
Prisionero Político enezolano.

Al cumplir 4 años como prisionero político



Este 22 de Noviembre de 2008 cumplo 4 años como prisionero político de la República Bolivariana de Venezuela.
Llevo 36.000 horas separado de mi familia, de mi esposa, de mis hijos. Estoy confinado en la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención del Ministerio del Interior y Justicia (DISIP).
Caracas, a un pasillo de 25 metros de largo, dentro de una celda de 4 metros cuadrados sin ventilación, ni luz natural.
Hace 48 meses fui detenido en la ciudad de Maracaibo, en un operativo ilegal, comandado por el General ® de la Guardia Nacional Castor Pérez Leal (dado de baja posteriormente, por conductas no acordes con la disciplina militar); con una orden de aprehensión extemporánea emitida por un juez con antecedentes policiales y luego destituido por error inexcusable -el señor Maikel Moreno; con una acusación tendenciosa, tergiversada y fabricada por un fiscal mitómano, ampliamente cuestionado por sus actuaciones: el Sr. Isaías Rodríguez
He sido sometido a un interminable juicio de 214 audiencias a lo largo de 31 meses en la ciudad de Maracay.
Los hechos que se me imputan representan apenas el 17% de los acaecidos ese fatídico día. El 83% de los casos restantes nunca ha sido investigado, ni juzgado seriamente por este sistema judicial que parece politizar sus acciones en lugar de impartir justicia.
Actualmente, 4 años después de haber sido detenido, el juicio que se me sigue se encuentra suspendido, sin resultados – SIN ESPECIFICAR RAZONES - signado por la más absoluta violación de todos los más elementales preceptos jurídicos y morales.
Sirva como ejemplo comparativo el caso seguido a los llamados “Pistoleros de Puente Llaguno": el juicio tuvo una duración de 3 meses, los pistoleros, a quien el mundo vio en la televisión disparando, fueron absueltos es decir, no se determinó la culpabilidad de nadie y ahora se encuentran completamente libres y optando por cargos de elección popular este próximo 23 N.
Ese no es un caso aislado. ¿Sabía Ud. que en Venezuela se cometen más de 150.000 delitos al año, lo que es igual a unos 500 delitos por día? Homicidios, robos, violaciones, secuestros y estafas, entre otros delitos, que no distinguen estratos sociales ni ideologías.
El Ministerio de Interior y Justicia NO tiene una política de seguridad pública que garantice a los residentes de este país, ni su vida ni sus bienes; este Ministerio se ha convertido en un ente eminentemente político, que cuando actúa ante el delito lo hace de forma reactiva y mediática, copiando practicas que debieron desaparecer hace años.
Cada día hay mas funcionarios implicados en delitos; cada día el hampa lo ataca a usted desde más cerca; cada semana aumenta la cifra de muertes violentas; cada día hay más víctimas de secuestro y lo peor es que cada vez hay menos ciudadanos que acuden a denunciar un delito; y las cárceles venezolanas son solo depósitos de seres humanos, sin derecho a la justicia, sin derecho al respeto de sus Derechos Humanos.
¿Hasta que punto está usted dispuesto a seguir permitiendo que se burlen en su cara y que se siga matando, robando, violando, secuestrando o estafando impunemente a todo aquel que vive en nuestro país?
La solución está al alcance de sus manos. Es una responsabilidad de todos. Es su responsabilidad con su país y con el futuro de sus hijos. Sólo usted puede lograr cambiar el destino de todos los venezolanos. Cumpla con su deber. ¡Vote!
A los líderes políticos que están a punto de ser electos como alcaldes o gobernadores, indistintamente de su posición o ideología política: tienen un compromiso histórico por delante. Deben detener la violencia; restituir los valores, la ética y la moral en las instituciones del Estado encargadas de la seguridad y protección del pueblo venezolano; ir mas allá de la mera multiplicación de medidas represivas o soluciones improvisadas. No con más policías, pero sí con mejores policías; no con más cuerpos represivos pero sí con mejores organizaciones policiales; no con más cámaras de vigilancia, pero sí con diagnósticos detallados del comportamiento criminal.
Trabajen sobre las causas del problema, no en paliar sus consecuencias. No cometan el error de implementar políticas de seguridad desgastadas que sólo traen consigo un alivio temporal a tan grave problema. No defrauden de nuevo la confianza que el pueblo va a depositar en ustedes.
Finalmente a todos los venezolanos que votan el 23 de Noviembre les digo que aun estamos a tiempo de cambiar el pasado y darnos el futuro que todos merecemos.
Vote por una Venezuela donde impere la justicia, la democracia y la libertad.


Iván Simonovis
Prisionero Político

Reflexiones de Iván Simonovis al conocer la sentencia de 30 años







Reflexiones de Iván Simonovis al conocer la sentencia de 30 años

"Para montar la pantomima de nuestro juicio requirieron esfuerzo extra al que inicialmente tenía planteado..."

El 11 de abril del 2002 convergieron más de 100.000 personas; entre ellas, miembros de mi familia, amigos queridos, vecinos de toda la vida, así como gente de todas partes que confiaban en nosotros, eran tiempos de cambio y progreso para la policía venezolana. Seguramente, usted mismo que ahora me lee estuvo ahí y fue testigo de lo que aquí relato.

Nuestro deber era defenderlos a ustedes y eso fue lo que hicimos hasta el final, incluso ahora, desde nuestras celdas. Porque hemos decidido que aún condenados a 30 años de injusta sentencia defenderemos la verdad y contaremos tantas veces como sea necesario lo sucedido.

Para encubrir a los verdaderamente implicados en la masacre del 11 de abril se requerían culpables, funcionarios de diferentes niveles a quienes echarles fácilmente los 19 muertos encima. Y es aquí donde entramos en este juego político los 3 comisarios y los funcionarios de la Policía Metropolitana. Nuestros nombres y cargos han sido utilizados como bomba de humo para despistar a la masa, mientras los nombres de los verdaderos autores intelectuales y materiales se han ido desdibujando gracias a esta macabra estrategia.

Para montar la pantomima de nuestro juicio requirieron esfuerzo extra al que inicialmente tenía planteado: se presentaron más de 5700 fotos, declararon cerca de 200 testigos, se mostraron más de 30 horas de videos, se dieron cita a 40 expertos para que prestaran su testimonio. Como si esto no fuera suficiente, se revisaron 50 experticias de todo tipo, sin embargo, con toda esta información, aún 7 años después de estos sucesos, la Fiscalía no ha encontrado ninguna prueba que nos incrimine, porque simplemente no existen.

Desesperados, buscaron y buscaron la manera de culparnos, pero no lo consiguieron y aún así nos sentenciaron hasta a la pena máxima.

En el caso de los funcionarios de la Policía Metropolitana no hay ni una sola prueba dentro de las 400 armas sometidas a experticia que los señalen como responsables, sin embargo, resuelta irónico, que aunque todos vimos en fotos y videos a cerca de 60 pistoleros ubicados en Av. Baralt y Puente Llaguno disparando a una masa de gente desarmada, sólo algunos fueron a juicio… y para colmo, todos ellos fueron absueltos porque NO se pudo demostrar su responsabilidad en ningún caso (cabe acotar que en un proceso más que expreso, duró sólo 3 meses).

Muchos dicen "vamos hacia una dictadura"; pues no señores, permítanme corregirles: "ESTAMOS en una dictadura" y nuestro caso y condena son sólo alguno de los elementos que así lo comprueban. Y si no es así, ¿porque este juicio estuvo tan plagado de irregularidades desde su inicio? ¿Porqué este juicio se tardó tanto, convirtiéndose en el mundialmente reconocido "juicio más largo de la historia"?¿Porqué el gobierno tuvo que poner tantos peones a trabajar para defender algo que evidentemente no era cierto? Me refiero a que la jueza del juicio del 11-A llamada Marjorie Calderón Guerrero, es la esposa de un reconocido y muy conectado activista político del PSUV (partido del Presidente de la República Hugo Chávez) en el Estado Aragua, conocido como "El Chino". Por otra parte, la Fiscal del Ministerio Público, llamada Haifa Aissami, cabeza principal del Ministerio Público en el caso, es hermana germana del actual ministro Tarek El Aissami. ¿Acaso les convenía?

¿Por qué se aplica la máxima sentencia si ninguno de los 196 testigos que declararon en el juicio atribuyó responsabilidades individuales de ninguno de los acusados? ¿Por qué si el comisario Domingo Chávez, del Cicpc y líder del equipo que se encargó de la investigación de los sucesos del 11 de abril, declaró durante el juicio que la investigación NO encontró elemento alguno o pruebas que demostraran que alguno de nosotros hubiera dado a nuestros subalternos órdenes de disparar para matar a personas el 11 de abril, así como tampoco de suministrarles armas (curioso resulta que estos dos son los hechos imputados en la acusación fiscal), recibieron 30 años cada uno? ¿Por qué cuando Chávez se "entera de la condena dice: "estoy de plácemes con esta sentencia", manifestando abiertamente sentirse complacido, como si se tratara de una ofrenda o sacrificio humano hecho por y para él?

El 3 de abril a las 11:45 am. fui juzgado a 30 años de presidio, sin derecho a ningún beneficio y basta con sacar un simple cálculo para entender que la muerte me alcanzará antes de cumplir esta condena. Sentado acá, en la soledad de este calabozo que me ha hecho entender las cosas desde otra perspectiva, no puedo dejar de pensar en lo que me esperaba ese día, justo después de despedirme de mis esposa e hijos, cuando salí a cumplir mi deber como desde hacia 23 años para aquel 2002... y es por ello que les digo "reaccionen pueblo". Esto nos está pasando a todos. No sólo a nosotros. El líder que estamos esperando para salvarnos está dentro de cada uno de nosotros. Actuemos antes de que Venezuela sea una gran cárcel por sí misma.

Iván Simonovis Aranguren

martes, 25 de agosto de 2009

Cómplice Necesaria.

Señora Marjorie Calderón Guerrero, el 03 de abril de este año en su condición de Jueza y haciendo honor a su historia de abusos - empoderados y respaldados por este Gobierno represivo- me condenó a la pena máxima equivalente a treinta años de presidio sin ningún tipo de beneficio. ¿La excusa? Adjudicarme el ser “Cómplice necesario” en los hechos acaecidos el día 11 de abril. ¿La razón? Sentar un antecedente histórico que sirva de ejemplo para todo aquel que no siga su línea chavistoide. ¿El resultado? Un sentencia ilícita -basada en un juicio cargado de pruebas manipuladas- que equivale a una pena de muerte, dadas las condiciones de reclusión que distan mucho de cumplir con las Leyes o Protocolos Nacionales e Internacionales.

Señora Marjorie Calderón. Basta con esta sinopsis para darse cuenta que los roles están invertidos en esta acusación. A saber, tal parece que la única “Cómplice necesaria” para armar este parapeto es Usted. “Cómplice necesaria” de un Gobierno que manipula el poder judicial para usarlo como arma de intimidación y así tratar de “reducir” a todo aquel que el Gobierno considere un posible opositor de nivel. Tratando de legalizar la injusticia. Olvidando que aún así siempre será ilegítimo.

Señora Marjorie Calderón, me pregunto si no siente Usted aunque sea un poco de vergüenza al saberse “cómplice necesaria” de todas las extemporáneas , anti jurídicas y ridículas peticiones de la Fiscalía General de la República, específicamente en la persona de la Fiscal Haifa El Aissami. En la cadena de poder, es Usted tan sólo un pobre peón más.
Señora Marjorie Calderón usted es una “Cómplice necesaria” de los acusadores privados, quienes solicitaron para nuestro caso la pena máxima, sin tomar en cuenta los argumentos presentados por nuestros abogados cada uno de los cuales nos exculpaban de toda responsabilidad en los hechos del 11-A. Actuando como verdugo a sueldo y no como Juez , acabó con la vida de 9 hombres inocentes y de sus familias. Acabó con la esperanza de justicia de un pueblo. Pues si esto nos sucede a nosotros hoy, mañana puede sucederle a cualquiera. Incluso a Usted, cuando ya no sea el tonto útil del momento. Fíjese a su alrededor y verá varios ejemplos: Baduel, Lina Ron, Didalco Bolívar.

Señora Marjorie Calderón, al igual que en todas sus decisiones pertinentes a este caso, esta sentencia demoró más de lo debido. De hecho 117 más de lo establecido por la Ley fueron necesarios para que fuera publicada. El pueblo venezolano, atendiendo a la manera en la cual Usted opera, debe estar seguro que no lo había dictado la sentencia antes, pues no hay manera fácil de justificar lo injustificable, a menos que una vez más Usted tuerza la Ley a favor de los objetivos de este régimen dictatorial. Como en efecto sucedió. Todo esto es historia viva de un país y en unos años pasará a los libros como un ejemplo de exceso. Gracias a su obra, su nombre no podrá ser olvidado.

Señora Marjorie Calderón, Usted ha sido “Cómplice necesaria” de la sistemática violación de mis derechos humanos, afectando mis condiciones físicas a niveles extremos. Igualmente, gracias a su complicidad las denuncias sobre los ataques realizados en contra de mi familia no progresan. Ha violentado una y otra vez lo establecido en el Art. 272 de la Constitución Nacional (respeto a los derechos humanos), así como lo establecido en el Art 83 de nuestra Constitución, relativo a la salud de las personas privadas de la libertad y más específicamente a lo pautado en el Art. 22 de la Declaración Universal de Los Derechos Humanos y los Art. 61 y 62 del Reglamento de Requiem Penitenciario en lo pertinente a la atención médica. En tal sentido, he acordado con mis abogados ejercer todas las diligencias internacionales posibles hasta agotarlas, con el único objeto de que Usted sea juzgada por cada uno de los delitos que ha cometido.

Finalmente, en la calma que solo gozamos quienes no tenemos nada más que perder, le digo que mis hijos crecerán -conmigo o sin mi- siendo excelentes ciudadanos, porque mi esposa y yo hemos sido el mejor ejemplo de amor, principios y valores.
Algo que, definitivamente, ninguno de sus hijos podrán experimentar jamás.

Iván Simonovis
Preso político.

lunes, 24 de agosto de 2009

Los DDHH en el comunismo del siglo 21

Ivan Simonovis


Los DDHH en el comunismo del siglo 21


Como bien es sabido, el primer golpe bajo que me fue propinado fue el 22 de Noviembre del 2004, cuando fui detenido sin que sobre mí pesara medida alguna privativa de libertad. La orden de aprehensión fue fabricada dos días después de haber sido detenido para legalizar este abuso. Tal hecho, fue demostrado por mi esposa y abogado Bony de Simonovis.

Sumando puñaladas traperas a este proceso que se empeña en hacer parecer “legal”, aunque todos sabemos ilegítimo, el juez de la audiencia de presentación asignado fue el “abogado” Mikel Moreno -quien como recordarán- debió haberse inhibido atendiendo al art. 85 ordinal del COPP por haber sido parte del grupo defensor de los pistoleros de Puente Llaguno.

El juicio en mi contra se inició en Marzo del 2006; es decir, año y medio después de haber sido detenido. La Juez asignada fue la (abogada) Dra. Marjorie Calderón Guerrero, esposa del diputado oficialista por el MVR en el estado Aragua, José Veamonte, conocido como “El Chino”. Al mismo tiempo, complementan el “dream team de púgiles contra la justicia” asignando a la Dra. Haifa El-Aissami (hermana del actual Ministro del Poder Popular de Interior y Justicia, Tarek El-Aissami) como fiscal líder del caso y encargada de la acusación.

Desde mi detención se acordó como sitio de reclusión la sede central de la DISIP, ubicado en el Helicoide. Una edificación que se inició a construir en 1956 y que nunca fue culminada. Imaginen entonces las condiciones de las instalaciones. Cada calabozo es como un maletero de 2 ½ x 2 ½ m. Sobrevivimos en las mismas condiciones que lo haríamos si estuviéramos en un sótano nunca terminado. Sencillamente inhumano. No hay luz. No hay ventilación natural. No existen espacios comunes de recreación, estudio ni trabajo. Es pocas palabras, no cumple con las condiciones mínimas establecidas por las leyes y protocolos nacionales e internacionales. Y, sin embargo, haciendo caso omiso a ello, cada semana son más los presos políticos que son hacinados en este pasillo.

El nuestro, ha sido denominado por la prensa alrededor del mundo como el juicio ha sido el más largo de la historia. Suena fácil, pero imaginen el peor de sus días y multiplíquenlo. Piensen en la desesperación que les podría causar ser continuamente hostigado durante 3 años y un mes. Ser víctima de continuas postergaciones, irregularidades, humillaciones.. Ver como se tergiversaron pruebas con total descaro. Presenciar la manipulación de quienes declararon. Recorrer 38.000 Km. con la cabeza en alto a pesar de todas la trabas e incomodidades que acarrea un traslado como detenido en este juicio, para que después nos dieran la pena máxima de este sistema corroído por órdenes superiores.

En diciembre del 2006 y luego de llevar días de dos años detenido y según lo plantea el articulo 244 de COPP, nuestra defensa solicitó que nos fuera otorgada una medida de decaimiento para continuar el juicio en libertad. Como era de esperarse está nos fue negada ante una aberrante decisión judicial donde se comparó nuestro caso con un juego de lotería, ese mismo diciembre 2 abogados de la defensa, el Dr. Carlos Tamayo y un defensor y amigo Carlos Bastidas, ambos murieron a causa de un infarto al corazón. Nada es casualidad.
El juicio a los pistoleros de Puente Llaguno duró 4 meses y fueron totalmente absueltos. Aparte, el 31 de diciembre del año 2007 el Presidente Hugo Chávez otorgó un perdón a través de una sesgada “Amnistía” a 63 pistoleros que desde la parte norte de la Av. Baralt disparaban a la marcha de oposición y a la PM.


Mi familia ha sido continuamente atacada por la espalda. Ejemplo de ello fue el atentado sufrido contra mi hogar con una bomba molotov. A causa de este acto cobarde se incendió parte del estacionamiento. Allí estaban mi esposa y mis hijos, de 14 y 10 años respectivamente, y aún cuando se entregó un video donde aparecía el vehiculo desde el cual se lanzó la bomba, este hecho no fue investigado por la Fiscalía.
De igual forma y siguiendo la misma línea oficial terrorista, en abril del 2009, el abogado querellante de nuestra causa -y obviamente oficialista- suministró ante las cámaras de VTV el número celular de mi esposa, en abril del 2009. Más de 200 mensajes fue el resultado. Desde insultos hasta amenazas de muerte para ellos y mis hijos. Obviamente, esto tampoco fue investigado.


Es así como llegamos al 3 de abril del 2009, cuando la Juez Majorie Calderón, dictó una sentencia a muerte, el golpe mayor, el knock out a la justicia venezolana: me sentenció a 30 años sin ninguna posibilidad de beneficio. Todo está calculado: a mis 49 años cómo podría sobrevivir en estas condiciones 30 años más?.
Ya hoy por hoy mis condiciones físicas se han visto notablemente afectadas.

Luego que este tribunal de injusticia a cargo de la Juez del horror dictara la sentencia, debía publicar la sentencia en los próximos 10 días hábiles (a partir del 3 de abril), sin embargo tras 4 meses no lo ha hecho.

Este gobierno comenzó deteniendo a policías y militares para amedrentar y apaciguar cualquier posible intención de levantamiento en su contra. Con el paso del tiempo, integró a empresarios y banqueros. Poco a poco, a medida que el descontento con su gestión se va ampliando, también se amplía el perfil de quienes son detenidos, pasando a las listas de los presos políticos de Venezuela. Los periodistas como Leocenis García y Gustavo Azocar son evidencia de ello.

Dentro y fuera de estas rejas, cada vez estamos más y más personas presas. Los medios siendo cerrados, los políticos inhabilitados, los colegios y educadores víctimas de esta pantomima que llaman nueva Ley, los empresarios cuyas fábricas son ocupadas por funcionarios del gobierno, las familias mutiladas a causa de los 140.000 asesinatos que van durante estos 10 años de gobierno, los ciudadanos comunes encerrados es sus casas a causa de la inseguridad, la inflación y el pandemonium en el cual se ha sumergido este país. El mayor logro de este gobierno ha resultado ser el haber convertido a Venezuela en la cárcel más grande del mundo, sólo comparable con Cuba.

El gobierno no se detendrá ante su plan de implementación del comunismo del siglo 21. Hará uso de todos los recursos necesarios, incluyendo a sus brigadas de choque al mejor estilo los grandes tiranos de la historia universal, pero en su versión más mediocre.
Finalmente y recordando algunas palabras de Dr. Ramón Guillermo Aveledo en su libro “El Dictador” les recuerdo que sólo se pasa a la tiranía o al despotismo por el sangriento túnel del terror, que sólo se llega al reinado absoluto con una fuerza armada transformada en guardia pretoriana, con prisioneros políticos y exiliados, con el control total de las instituciones del estado acallando y cerrando medios de comunicación. Si nos dejamos, el próximo paso será adoctrinar a sus hijos.
Vivir con miedo, no es vivir.






Ivan Simonovis
Prisionero político.